El Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo reabre sus puertas tras más de medio siglo cerrado, como símbolo del renacer cultural oaxaqueño.
Oaxaca vive un momento de renovación cultural. Durante los últimos años, se han restaurado y conservado 227 espacios históricos, artísticos y religiosos en todo el estado, lo que representa un esfuerzo sin precedentes para preservar la memoria y la identidad de las comunidades.
Entre los proyectos más emblemáticos destaca la reapertura del Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo, ubicado en el corazón de la capital oaxaqueña. Este recinto, que permaneció sin intervención por más de 50 años, vuelve a abrir al público como un punto de encuentro con las raíces más antiguas de Mesoamérica.
Patrimonio vivo en todo el territorio oaxaqueño
De 2023 a 2025, los trabajos de restauración se han extendido por todas las regiones del estado —Sierra de Juárez, Istmo, Mixteca, Valles Centrales, Costa y Sierra Sur— con intervenciones en templos, palacios municipales, museos, plazas y monumentos históricos.
Entre ellos destacan el Panteón General San Miguel, el templo y convento de La Merced, la Plaza de la Constitución, el Paseo Juárez El Llano y el Palacio Municipal de Juchitán de Zaragoza, además de templos en comunidades del Istmo, la Costa y la Sierra.
Estas acciones han permitido revivir espacios simbólicos, impulsar el turismo cultural y fortalecer la identidad comunitaria, donde la restauración del patrimonio se entiende como una forma de renovar la historia y el orgullo colectivo.
El Museo Tamayo, dedicado a la colección de arte prehispánico que el maestro Rufino Tamayo reunió durante toda su vida, vuelve a ser un referente de la riqueza cultural de Oaxaca y de su papel central en la historia del arte de México.



