Tehuacán, Pue.– El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentó el dictamen de autenticidad de las pinturas rupestres localizadas en el Cañón de las Manitas, en la localidad de Santa María Coapan, municipio de Tehuacán.
En conferencia de prensa, el coordinador nacional de Arqueología del INAH, Francisco Mendiola Galván, subrayó la importancia de trabajar de la mano con la comunidad para la conservación y preservación del sitio. De manera simbólica entregó el documento a autoridades municipales y auxiliares, y sugirió la conformación de un proyecto y un organismo que acompañe al instituto en esta tarea.
“Hay interés de la comunidad en participar activamente en la preservación. El sitio requiere un diagnóstico y acciones integrales de conservación, restauración e investigación”, afirmó el arqueólogo.
Mendiola destacó además la disposición del Ayuntamiento de Tehuacán y el potencial del espacio en materia educativa, cultural, histórica, turística y de investigación.
Por su parte, la directora de Patrimonio Histórico municipal, Adriana Estrada Trejo, resaltó que las pinturas rupestres son un símbolo de identidad y pertenencia para la región, ya que no solo representan imágenes, sino mensajes que conectan con los antepasados.
En el mismo sentido, la regidora de Patrimonio Histórico, Nancy Rico Cruz, llamó a unir esfuerzos entre autoridades, sociedad civil e instituciones educativas para garantizar la protección de estos vestigios.
Al evento asistieron regidores de distintas áreas, el coordinador de Turismo de Tehuacán y el presidente de la junta auxiliar de Santa María Coapan, Miguel Ángel Flores Albino.
Un patrimonio de más de 10 mil años
Durante su intervención en el Palacio Municipal de Tehuacán, el arqueólogo precisó que el sitio forma parte de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán y comprende cuatro unidades arqueológicas conocidas como Tinaja I, II, III y IV, todas en estado de conservación medio.
En las dos primeras se identificaron más de 30 manos pintadas al positivo y al negativo, elaboradas con la técnica de estarcido con pigmento blanco sobre fondo negro, con una antigüedad estimada de 10 mil años.
Las unidades Tinaja III y IV presentan representaciones antropomorfas, zoomorfas y abstracto-geométricas en pigmentos rojo y blanco, asociadas al Periodo Posclásico mesoamericano (1100–1521 d.C.). En esta última unidad se localizaron además materiales arqueológicos en superficie, como cerámica y lítica.
Con este dictamen, el INAH y las autoridades municipales buscan sentar las bases para un plan integral que asegure la preservación de este patrimonio milenario, considerado clave para la memoria colectiva de la región y del país.
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